Dormir con la persiana a medio bajar, una rendija de la ventana abierta, una brisa que nos recorra en escalofríos todo el cuerpo y nos ponga los pelos de punta, abrazados para no tener frío aunque nos de mas calor del que queremos, acariciando tus brazos llenos de pelitos que hacen cosquilla, susurrarte al oído lo mucho que me gustan esos momento contigo y que cuando al fin nos suene el despertador lo apaguemos para que ese momento tenga un principio pero no un final... si, seria increíble.
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