Si de pronto me olvidas no me busques, ya te habré olvidado.
Te alcé en mis brazos y te clavé a mis besos
te miré como jamás volverán a mirarte ojos humanos.
No me has hecho sufrir, sino esperar.
Yo no sufrí amor mio, solo te esperaba.
Yo no sufrí buscándote, sabía que vendrías.
Aquellas horas cuando se me caía el alma y me ahogaba, tu venías andando.
Pero levántate, levántate y salgamos a luchar contra las telarañas del malvado.
Recuerdo tus ojos, cerrados, como llenos por dentro de luz negra.
Recuerdos, como pequeños brotes que aparecen de pronto.
Y que vacía por el mundo ibas, sin aire, sin sonido, sin sustancia.
Tal vez su sueño se separó del mio y por el mar oscuro me buscaba como antes.
Pablo Neruda, Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Los versos del capitán
No hay comentarios:
Publicar un comentario